Echo en falta artículos, entrevistas o noticias, donde salga la realidad de un emprendedor. Aunque apoyo el fomento de este espíritu y lo promuevo desde las distintas actuaciones que desarrollo en la empresa, creo que hay que ser justo con uno mismo y con los demás, haciendo ver la realidad y el día a día de las personas que lanzan un proyecto empresarial. Me quejaba no hace mucho del programa de Salvados llamado Emperdedor, ya que desde mi punto de vista se excedieron planteando un panorama muy negativo para los futuros emprendedores, pero hoy hago autocrítica por pintar muchas veces un escenario maravilloso lleno de oportunidades. Ser emprendedor es como jugar a la ruleta rusa. La probabilidad de éxito es extremadamente baja, el horario de trabajo supera con creces a un trabajador por cuenta ajena, la angustia, la frustración, la inseguridad, el miedo.. son sentimientos constantes.
De hecho, el emprendedor va a tener que soportar muchos vaivenes, incomprensión e incluso abandonos de personas queridas. Entonces, planteado este panorama ¿por qué no seguir con la dinámica de los curriculums en vez de complicarme la vida? . Pues porque la independencia y la autogestión merece la pena, porque tu techo está donde tu quieras que esté y no donde terceros te lo impongan, porque puedes perseguir tu sueño y hacer lo que te gusta. Todo lo que de verdad merece la pena en esta vida requiere un gran esfuerzo. Tu eres tu empresa, tu eres tu trabajo y tu eres el que decide. Eso sí, prepárate para sufrir, prepárate para luchar y aunque actualmente tengas que hacerlo contra mucha otra gente en búsqueda de empleo, esta vez lucharás por algo en lo que crees y te apasiona.
Menos mal que por mi trabajo convivo todos los días con startups y emprendedores que me han hecho darme cuenta de una verdad absoluta. No todo el mundo vale para esto, fomentemos el emprendimiento sí, pero no engañemos a la gente con hipocresía y planteamientos fantasiosos. Ser empresario es duro, muy duro, y si tomas esa opción te aseguro que encontrarás a mucha gente que te apoye por el camino, pero no te desanimes si mucha otra te deja tirada. Eres valiente y eso la vida te lo recompensa. Como todo principio de cualquier párrafo de tu vida las cosas cuestan, pero cuando miras atrás ves que todo ha merecido la pena.