viernes, 21 de septiembre de 2012

El golpe maestro del emprendedor - Encaja el golpe

El hecho de emprender, es acometer una serie de tareas complejas con energía y aplomo. Si nos referimos a ser empresario nos vale perfectamente tal definición, pero también es cierto que ésta se queda algo escasa. Ser empresario/emprendedor es realmente duro. De hecho, al contrario de lo que mucha gente piensa ser emprendedor no se convierte en parte de tu vida, se convierte en tu vida.

Con el Golpe Maestro del Emprendedor, quiero escribir una serie de capítulos hablando de lo que realmente conozco, los deportes de combate o artes marciales y cómo estos tienen una profunda relación con el día a día de un emprendedor.
Estoy absolutamente convencido que independientemente de si se practica o no se practica este tipo de deportes, se puede extraer una serie de estrategias, actitudes, filosofía y valores que son difíciles de encontrar.
Mi misión en el día de hoy es acercar a todo el mundo mi visión empresarial con mi visión como deportista veterano de deportes de combate.


Capítulo 1 - Encaja el Golpe 

¿Qué es la vida de un emprendedor sino un combate diario?

Comúnmente se tiende a pensar que un combate depende de dos factores, la fuerza física y la agresividad. Como suele pasar en muchas ocasiones, la realidad es completamente distinta.  La agresividad según que situaciones puede restarte ventaja y una superioridad física puede hacer que infravalores a tu enemigo.

El combate es una mezcla de muchísimos factores, no siempre gana el más fuerte.
Generalmente el empresario/emprendedor que lanza un proyecto aquí es España no es ni mucho menos el más fuerte. El emprendedor español es el tirillas del combate. Además no siempre pelea con un adversario sino con muchos. Lo que va a marcar la diferencia entre el emprendedor que tiene éxito en su proyecto y los muchos otros que se han quedado por el camino del campeonato, es en primer lugar la capacidad que tenga para encajar los golpes.

En mis primeros días de clase, hace más de 10 años, recuerdo quedarme paralizado al ver cómo dos de mis compañeros ahí presentes estaban haciendo un poco de Sparring (peleando entre ellos como entrenamiento), y veía que aunque con control, se golpeaban fuertemente patadas en el abdomen, costillas, piernas y que golpeaban sus rostros con ganchos, golpes directos etc.. . No me cabía en la cabeza cómo después de tal tunda de palos, regresaban a clase el siguiente día.
Recuerdo acercarme a mi maestro y preguntarle,

- ¿oye yo voy a tener que golpearme con esta gente? y recuerdo que me dijo algo como,

- no tengas miedo a encajar un golpe, es parte del combate, te acostumbrarás.

Yo escuché eso y me dije, ¿realmente me interesa acostumbrarme a ser golpeado?

A los pocos días hice mi primer combate de entrenamiento con un chico que me doblaría en edad y peso. Él me golpeaba suave, pero por suave que fuese mi cara y cuerpo no estaba acostumbrado a recibir golpes, por lo que sentía como un tren arrollándome cada vez que tiraba un puñetazo o una patada. Al salir de aquella clase sentí una mezcla de dolor y frustración. No quería volver allí. Creo que estuve como 1 semana sin aparecer por el Tatami, mi cuerpo no quería volver pero mi mente poco a poco sí. Eso no podía quedar así. Regresé y durante las siguientes semanas hice un sacrificio mental muy grande. Me dolía todo y una parte de mi cerebro no quería más dolor y me invadía de pensamientos negativos.
Al poco tiempo me acostumbré. Nunca me ha gustado que me toquen la cara, es una sensación muy desgradable, así que decidí esforzarme en coger la mayor técnica posible para cubrirme bien, fintar (esquivar) los golpes y contraatacar.

Como emprendedor/empresario no puedo considerarme veterano, pero en mi etapa, he recibido golpes por doquier. Estos golpes no son tan diferentes. Bien es cierto que no te dejan un pómulo algo hinchado o marcas amoratadas por el cuerpo, pero anímicamente te pueden llegar a destrozar y creedme que es algo mucho más doloroso.
Dentro del repertorio de dolor y sufrimiento que he podido vivir en mi vida, sin duda el dolor causado por mi mente ha sido el peor. Se necesita una mente muy fuerte para sobreponerse rápido al dolor ocasionado por un revés emocional.

La tendencia natural de un emprendedor es empezar sus andaduras con la guardia completamente baja (podéis preguntar a cualquier boxeador qué sucede cuando la guardia de tu contrario está baja). Por lo que puedo ver desde mi posición actual, viendo el nacimiento y crecimiento de muchas startups, yo diría que:

- Entorno al 50% de los emprendedores se llevan el primer revés y ya no se levantan, se quedan en la lona.

- Otro 25% se levantan tras el primer golpe y suben la guardia para no recibir tan fuerte, pero cuando compiten en un entorno o un mercado muy duro, donde las empresas están consolidadas y son buenos luchadores, al recibir una combinación de golpes algo más compleja acaban comiéndose unos cuantos. Después de esto tiran la toalla.

- Existe un 15%  que es capaz de aguantar, y que ya no sólo aguanta sino que aprende a fintar los golpes. En mi gremio se dice que acostumbras el ojo después de tanto combatir, que eres capaz de anticiparte al golpe del contrario. Este 15% de emprendedores es capaz de salir al combate con la guardia bien subida y con la capacidad de esquivar golpes, pero cuando reciben muchos no son capaces de sobreponerse.

- El 10% restante no sólo se acostumbra a esquivar y tiene su guardia subida, sino que además está acostumbrado a ser golpeado con cierta frecuencia. Entiende que es parte de su día a día. Es cierto que hay golpes más o menos dolorosos e incluso algunos golpes pueden dejarte mucho tiempo lesionado.


Evidentemente el saber encajar los golpes recibidos, los reveses que te dan tus socios de la empresa, tu cliente, tu proveedor, tus amigos, tu familia, tus expectativas, tu ego, tu autoestima, tu confianza... no te aseguran el éxito, pero el no saber encajarlos sí te asegura el fracaso.

En próximos artículos iremos viendo otros factores del combate diario de un emprendedor, desde el contraataque, el engaño, la estrategia, la velocidad, la agilidad, la técnica e incluso la suerte, elemento fundamental para el éxito.


Para finalizar y como me dijo mi maestro, no tengáis miedo a encajar un golpe y cuando lo hagáis entended que es parte del juego. Para todos aquellos emprendedores que estáis viendo como vuestro proyecto deja de ser parte de vuestra vida y se convierte en vuestra vida, interiorizad que aquellas sorpresas con las cuales no contabais, aquellos reveses que recibáis, son una señal de lo que os queda por mejorar y que os animen a a buscar esa técnica que haga que no os toquen la cara si no os gusta.






"La esencia del combate es el arte de moverse"  Bruce Lee







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