domingo, 18 de diciembre de 2011

Psicología del emprendimiento

Antes de comenzar mi artículo, me gustaría pedir disculpas a mis lectores por haber estado algunos meses sin escribir. Ha sido una época de mucho trabajo y emprendiendo nuevos proyectos.

En el blog hemos hablado numerosas veces del proceso de cambio y de su importancia. Pues bien, en mi caso este proceso de cambio ha sido continuo, pero últimamente se ha desarrollado a una velocidad increible. Es por esto que he detectado la necesidad de escribir sobre las facetas psicoemocionales que nos afectan directamente cuando emprendemos nuevos proyectos.

Como sabéis, ahora en España está muy de moda hablar de innovación, emprendedores, creación de empresas, gestión del conocimiento... . En definitiva todo el mundo acaba llegando a una misma conclusión,  se habla mucho pero se hace poco. Infinidad de personas se llenan la boca con las palabras que hemos mencionado, ya que están de moda y en auge, pero el número total de personas que realmente saben lo que es la innovación, saben lo que es emprender y se lanzan a crear nuevas empresas o proyectos, es extremadamente bajo.

¿Por qué? ¿Por qué tanta gente habla de emprender y tan poca gente emprende?

Emprender no es fácil, conlleva una gestión emocional casi perfecta. Para ser emprendedor uno debe controlar sus emociones, ya que éstas en la mayoría de las situaciones en las que el emprendedor se va a ver inmerso, son las que van a determinar su éxito.

Factores importantes del proceso de cambio de un emprendedor:

- Capacidad de sobreponerse a contratiempos. En la fase más temprana del proyecto que se quiere llevar a cabo, el emprendedor experimenta lo que llamaremos  inconsciencia, es cuando él o ella pensaba que las cosas irían por el camino que había trazado y se da cuenta que lo que va aconteciendo no es lo que esperaba. Va recibiendo golpes por un lado o por otro y sólo el que verdaderamente tiene la capacidad de sobreponerse y seguir adelante es el que lo consigue. En esta etapa, el no control emocional deja a la inmensa mayoría de gente que intenta emprender, fuera de juego. La ira, venganza, odio y miedo, son las emociones  que aparecen en esta fase y son las que te hacen salirte del objetivo y cometer errores sin vuelta atrás.

- Gestión de la presión. Es muy común que en el proceso de emprendimiento se asuman muchas responsabilidades y en la mayoría de casos, esas nuevas responsabilidades son infinitamente mayores a las que se han asumido con anterioridad. Cuando hay dinero por medio, un equipo humano y sobre todo tienes en tu mano el futuro de terceros, se alcanzan niveles de presión muy altos, donde se necesita una buena gestión emocional para no estallar. En esta etapa, otros muchos emprendedores caen. Las emociones más frecuentes la culpabilidad y el miedo.

- Control del éxito. Así como hablamos de la facilidad de caída de un emprendedor por motivos asociados a golpes de mala suerte y problemáticas, también es casi igual de importante saber gestionar las emociones que uno siente al tener éxito. El éxito ha acabado con grandes proyectos y con grandes personas y su denominador común siempre ha sido no saber gestionarlo. El éxito aporta un toque de motivación muy grande, además de nutrir de recursos el proyecto que llevas a cabo, pero también trae consigo emociones tan fuertes que tienen la capacidad de sacarte de la realidad. A esto hay que añadirle, que el éxito atrae a personas indeseables, pequeñas sanguijuelas que van absorviéndote y quitándote todo lo que pillan a su paso. Por lo que esta etapa es una de las más importantes y donde la gestión emocional puede marcar también el punto de inflexión.

- El FRACASO. El fracaso forma parte de más del 75% de proyectos que se llevan a cabo por primera vez. Parece un dato suficientemente alarmante como para no emprender, pero nada más lejos de la realidad. Los siguientes proyectos del porcentaje que no tira la toalla después de su fracaso tiene en su gran mayoría éxito. Esto nos indica el proceso de aprendizaje tan sumamente alto que se experimenta con el fracaso. La concepción del fracaso en nuestra cultura está cambiando, muy lentamente, pero vamos consiguiendo comprender las efectos positivos de éste. Así que además de comprender antes de emprender, que el fracaso es puro aprendizaje, también debemos ser capaces de controlar nuestras emociones cuando se da este suceso. No es para nada fácil y forma parte del motivo por el cual después de un fracaso las personas dejan de intentarlo de nuevo.

En resumen, emprender cada día suena más atractivo para mucha gente y sobre todo muchos jóvenes que ven su futuro laboral muy complicado. Pero incluso antes de encontrar una buena idea u oportunidad, es casi más importante conocerse a uno mismo y saber hasta qué punto es capaz de soportar y aceptar la dureza de lo negativo y la dureza de lo positivo y sobre todo ser un buen gestor de sus emociones.

martes, 12 de julio de 2011

Tipos de Emociones - El Enfado

Imagina por un momento un día en el que vas conduciendo tranquilamente. En ese momento aparece un conductor temerario que provoca que tengas que pegar un frenazo y dar un volantazo para evitar un accidente. Comienzas a gritar como un energúmeno "¡Hijo de puta!" "¡malnacido!"... Te abordan pensamientos de irritación y venganza. Aprietas fuertemente el volante como si fuese el cuello de ese conductor y todos tus músculos de la cara se tensan, pareciendo un asesino en serie.

En muchas ocasiones llegados a este estado, somos nosotros los que buscamos que ese conductor no se vaya de rositas. Aceleramos y nos pegamos al maletero de su coche, intentamos adelantarle peligrosamente y ponernos a su lado para explicarle con la mejor comunicación no verbal posible, nuestro descontento con sus actos, o lo que es lo mismo, mandarlo a la mierda haciéndole saber lo que opinamos de su madre y de sus familiares ya fallecidos.

Comparemos ahora el hecho de que cuando acontece el momento en el que el otro conductor está a punto de sacarnos de la vía o de hacer que nos estampemos, pensamos "es muy posible que no me haya visto o que tenga una urgencia médica". Este pensamiento reduce nuestro enfado, ya que interviene la compasión hacia el otro o simplemente abrimos nuestra mente un poco más a otras posibilidades que controlan nuestra rabia.

El problema de la rabia es que la mayoría de veces escapa de nuestro control. Eso lo podemos ver en muchos actos cotidianos en los que estando enfadados hemos sacado la rabia que se ha apoderado de nosotros. Por culpa de ésta hemos perdido relaciones, negocios, dinero, salud, felicidad, tranquilidad....
Aún así hay varios tipos de enfado. Por ahora hemos visto el enfado que sale de la amígdala como consecuencia de un acto repentino. Pero también el que sale del neocórtex , que fomenta un tipo de enfados más calculados, como la venganza fría , que parecen que escondan una buena razón.

El enfado es el estado anímico más persistente y difícil de controlar. Es difícil de controlar porque el monólogo interno que lo alimenta es bestial. Nos empezamos a decir argumentos convincentes que justifican el hecho de poder descargarlo sobre alguien. A diferencia por ejemplo de la melancolía, el enfado nos resulta energizante e incluso euforizante.

Llegados a este punto, algunos os preguntaréis ¿se puede controlar la ira que siento al estar enfadado?

Hay que tener en cuenta que cuantas más vueltas demos a los motivos por los cuales estamos enfadados, mejores razones y más justificaciones encontraremos para seguir enfadados. Los pensamientos obsesivos son la leña que alimenta el fuego de la ira del enfado y la única manera de que se apague este fuego, es contemplar las cosas desde un punto de vista diferente.
Así pues, uno de los sistemas más poderosos para calmar el enfado es intentar encuadrar la situación que nos lo ha provocado, en un marco más positivo.

La relación entre el enfado continuo o prolongado y la felicidad es evidente. Hay gente a nuestro al rededor que parece que viva enfadada permanentemente y su infelicidad se ve claramente.
Si queremos lograr una evolución personal y una mejora y gestión de nuestras emociones, es fundamental aprender a gestionar el enfado.

Os animo a que hagáis la prueba. Detectad cuando el enfado empieza a apoderarse de vosotros en cualquier situación, e intentad no avasallaros con pensamientos obsesivos, abrid la mente a un marco más positivo. A corto plazo notaréis mejoras evidentes, pero a largo plazo actuaréis de forma más inteligente y os convertiréis en personas con muchísimo más poder consigo mismas.


lunes, 16 de mayo de 2011

Tipos de COMUNICACIÓN - La Asertividad

Rafael es un hombre casado en torno a los 40 años. Tiene una mujer y una niña de 10 años a las cuales les tiene un cariño enorme. Rafael a día de hoy no trabaja, es estudiante de una ingeniería y además hace varios cursos que nada tienen que ver con la carrera. En estos cursos colabora y trabaja en equipo. El problema de Rafael es que no consigue comunicar con efectividad lo que tiene en su cabeza. Refleja dudas y miedo cuando quiere transmitir sus ideas al equipo. Estas dudas vienen vinculadas a su miedo a no ser aceptado por el grupo. Muchas veces en pleno debate de cómo llevar a cabo una futura exposición oral de un material, cuando colabora comenta su idea, pero cuando se le rebate nunca la defiende y cuando lo hace, titubea y se menosprecia a sí mismo. Acaba considerando sus ideas peores que las demás, y dándole mucho más valor del verdadero a las que los demás ofrecen. Además, no quiere ofender a nadie rebatiendo lo que éstos dicen.

Adrián en cambio es todo lo contrario. Es un estudiante de último curso de su carrera, tiene 26 años y su meta en la vida es ser alguien importante. Opina que lleva razón siempre en todos sus comentarios y en todos sus pensamientos. Él cree saber de todo y lo exterioriza sin dar opción a rebatirle. Es muy agresivo en el trato comunicativo con los demás. Obvia los comentarios que puedan hacer los demás sobre algo que ha opinado él previamente y en muchas ocasiones trata con desprecio a toda esta gente.
Su forma de entender cómo funcionan las cosas, es la válida para él. No acepta otra cosa que no sea esa.

Maria Teresa era una experta en comunicación. De manera innata siempre había transmitido bien sus ideas, sus pensamientos y sus sentimientos. Aún así el hecho de estudiar temas relacionados directamente con la comunicación y ejercer como experta en comunicación, le habían dado ciertas dotes asertivas. Cuando transmitía su mensaje lo hacía de manera efectiva y directa. Parecía siempre estar muy segura de sí misma, pero aún así cuando alguien le rebatía alguna idea, era la primera en escuchar e intentar aprovechar todo lo que aquella persona tenía que decirle. La verdad es que daba gusto escucharla hablar porque sus palabras nacían de una seguridad en sí misma tan grande, que acababa convenciendo a todos sus oyentes.


Vistas estas tres historias cada uno más o menos puede situarse en una de ellas. Hay algunos que son más pasivos, que evitan el enfrentamiento directo, llegan a menospreciar sus propios pensamientos y dar mayor valor a los del prójimo, como le sucedía a Rafael. Otros son mucho más agresivos como Adrián, donde sus ideas son irrebatibles e incluso llegan a despreciar a los demás.
Existe también un tipo de comunicación que podría ser una mezcla entre Rafael y Adrián. Esta comunicación sería la de aquellas personas que no asumen la necesidad de hacer valer sus derechos, pero que tampoco se muestran receptivos hacia los de los demás.

En el artículo de hoy quería hablaros sobre la asertividad. El ejemplo claro de una persona asertiva es el de Maria Teresa. Una persona que en su comunicación diaria está completamente abierta a las opiniones de los demás, pero que expresa las suyas con mucha confianza en sí misma y dándoles la misma importancia a unas y a otras.
Al fin y al cabo la asertividad permite decir lo que uno piensa y actuar en consecuencia, haciendo lo que se considera más apropiado para uno mismo, defendiendo los propios derechos, intereses o necesidades sin agredir u ofender a nadie, ni permitir ser agredido u ofendido y evitando situaciones que causen ansiedad.

Una persona asertiva tiene la capacidad de frenar a aquellas personas que le atacan agresivamente de una manera verbal. Además es un buen gestor de sus emociones, canaliza la ira, tolera las opiniones del resto y se encuentra muy seguro de sí mismo. Es por ello que la importancia de ser una persona más asertiva, haga que escriba hoy sobre este tema, ya que la asertividad impide que seamos manipulados por los demás en cualquier aspecto y eso determina la conservación o el aumento de nuestra autoestima. Además nos permite con el tiempo valorar mucho más a los demás y lo que éstos dicen.

Así pues fijaos en vuestro día a día, localizaros en el grupo de los que hemos comentado al que pertenezcáis. Si eres una persona pasiva, lucha por tus derechos, tus opiniones, ideas y pensamientos. No tengas miedo al qué dirán o a la integración social. Erróneamente pensamos que por expresar nuestras ideas podemos ofender a alguien o que se nos deje de valorar, cuando realmente es justo lo contrario, cuanto más participativo se es, más seguro de sí mismo uno está y siempre con respeto a los demás, la imagen que se proyecta y la aceptación social es mucho mayor.

Si te encuentras en el grupo de la gente agresiva, ten en cuenta que por norma general podrás irte a casa con la sensación de haber impuesto tus ideas, pero que realmente lo único que has impuesto ha sido temor y desconfianza. Debes practicar la escucha. Escuchar las opiniones de los demás no sólo va a ser un tema de educación y respeto, escuchar a los demás puede potenciar tus habilidades, tus ideas, puede fomentar el desarrollo de nuevos pensamientos que ayuden a los que tu ya tenías. Al fin y al cabo te convierten en mejor persona.

Y si eres Maria Teresa y sabes mucho de comunicación y eres muy asertivo, siempre se puede serlo más. Es muy difícil lograr un grado de asertividad tal, que todos los conflictos y disputas que aparezcan se resuelvan de la manera más satisfactoria para todas las partes. Así que no te duermas en los laureles.


Pues ya hemos visto un aspecto básico de la comunicación. Tengamos en cuenta la importancia de la asertividad en nuestro crecimiento personal.

Después de leer esto, ¿qué tipo de comunicación empleas tú?


miércoles, 11 de mayo de 2011

Coaching en situaciones de estrés

Como sabéis, el estrés muchas veces suprime el pensamiento lógico y racional, incluso a veces haciéndonos sentir pánico. Con el artículo de hoy vamos a aprender a decirnos preguntas poderosas en situaciones en las que estamos muy estresados y bloqueados.

Así pues esta vez vamos a ser nuestros propios Coach y de esta manera la próxima vez que entremos en un estado de estrés encontraremos más opciones y con mayor facilidad. Voy a publicaros una serie de actuaciones que he extraído de un libro, con su correspondiente pregunta poderosa para que nos ayude a distanciarnos del pánico y para que lo podamos analizar en perspectiva. 

Revisa tus valores, tu visión y tu propósito: hay que dedicarle el tiempo que haga falta a obtener una visión clara de nuestra vida y hay que cuantificar cada decisión que tomemos en relación a la visión que tengamos.
La pregunta poderosa sería ¿Qué quiero ahora en mi vida?

2º Comprende que el cambio de circunstancias puede modificar tus propósitos, así como también los pasos que has de dar para conseguirlos: hay que aceptar que los periodos de estrés ocurren y hay que permitirse hacer los ajustes necesarios
La pregunta poderosa sería ¿En qué puedo ser más flexible ahora?

3º Pregúntate qué puedes dejar de lado
La pregunta poderosa sería ¿Qué interfiere con mis principales intereses?

4º Toma decisiones que aumenten tu autoestima
Pregunta poderosa ¿Cómo me fortalece esta decisión?

5º Sé consciente de que afrontarás situaciones que no puedes cambiar, gente a la cual no puedes ayudar y resultados que no puedes alcanzar. Pero en cambio, podrás ganar otras muchas batallas. 
Pregúntate ¿Qué puedo aceptar con decorosa humildad?

6º Aprovecha la ayuda de personas bienintencionadas. No permitas que tu ego se interponga en el camino de aunar esfuerzos con tus mejores aliados.
Pregúntate ¿Quien me puede apoyar, estimular o inspirar?

7º Ten siempre uno, dos o tres planes alternativos. Adquiere la costumbre de reflexionar sobre tus planes de contingencia para las áreas fundamentales de tu vida o para las situaciones realmente estresantes.
Pregunta ¿Cuáles son mis alternativas? ¿Qué más puedo hacer?

lunes, 2 de mayo de 2011

El Miedo (capítulo 3 - Umbral de tolerancia)

De vuelta de mi viaje a China y de unas largas vacaciones, retomo el blog con el mismo ánimo e interés que siempre. Me gustaría continuar con la saga del miedo, ya que desde que me he centrado últimamente en escribir sobre él, me han llegado más personas interesadas y preocupadas por saber cómo gestionar esa ansiedad y ese miedo, muchas veces aparentemente absurdo e irracional. Así que después de haber escrito el Capítulo 1 y el Capítulo 2 sobre el miedo, vamos con la 3ª parte.

Por norma general en muchas ocasiones nuestro rival interno no nos permite controlar nuestra mente, lo que da lugar a que empecemos a crear pensamientos que no deseamos en absoluto. Si el rival interno dice "PARA" generalmente lo hacemos, si dice "no lo intentes porque fracasarás", no lo intentamos y en consecuencia fracasamos. El cerebro tiene un interruptor, que tiene un umbral de tolerancia muy bajo, al mínimo estrés o pánico el cerebro se inhibe y nos deja muy lejos del objetivo que estábamos intentando. Hay una frase que dice "la mayoría de gente se va a la tumba sin haber puesto a prueba sus mejores habilidades". Es por culpa de esto. Vivimos en una sociedad tan "suave" en su forma de hacer las cosas, que al mínimo atisbo de pánico o estrés tiramos la toalla. 

Si queremos lograr éxito en nuestra vida debemos subir ese umbral de tolerancia del interruptor. Algunas personas lo tienen más alto que otras, cada persona es un mundo. Esto se logra ampliando gradualmente nuestros límites hasta llegar a nuestra plena capacidad.

¿Qué sucede cuando superas ese umbral de tolerancia? ... DOLOR! mucho dolor! 
Es imposible superar ese umbral o tirarlo abajo sin haber luchado una épica batalla contra nuestra propia mente. 

Resumiendo, cuando sientas miedo, reconócelo como reacción natural de tu cuerpo ante un conflicto, acepta su presencia con toda la calma del mundo, sin pánico, contrarresta o neutraliza todos tus pensamientos negativos. 

Por experiencia propia os puedo decir que el dolor, el miedo, la autoestima baja y el rival interno atacarán juntos o por separado, pero atacan. Cuando lo hacen juntos a veces la situación es realmente complicada de sobrellevar. Te atacan tus puntos más débiles para que abandones. Pero vencer a estos elementos te hace cada vez más fuerte y no sólo hace que tu umbral de tolerancia suba, sino que forja en ti una personalidad y una autoestima mucho mayor.

Hace un par de semanas viajé a China para enfrentarme cara a cara con mi rival interno (aparte de visitar la muralla china ;) ), los que me conocéis personalmente sabéis por qué, los que no, os diré que el desencadenamiento de mi transtorno de ansiedad y mi posterior interés por el mundo de la psicológica, coaching, desarrollo personal etc, viene determinando por una experiencia traumática que viví en China en 2007. Así que al regresar, lo primero que hice fue mandarle un email a la psicóloga que me ayudó durante unos años, con unas fotos de mi estancia allí y con un email agradeciéndole todo lo que había hecho por mí.
Releyendo ese email, me di cuenta de que le escribía como si fuese un capitán general, como si la vida fuese perfecta y maravillosa, como cuando tienes la autoestima tan alta que te comes el mundo. ¿Sabéis por qué?

Por que enfrentarme a todos mis miedos, sufrir todo lo insufrible, agotamiento, dolor, pánico, mi rival interno machacándome a base de bien..., aún con todo eso gané la batalla y no sólo he subido mi umbral bien alto, sino que ahora mismo me como el mundo. 

Lo que quiero trasmitir es que cuanto más te enfrentes a tus miedos, más desensibilizado estarás a ellos y más fácil te será controlarlo y utilizarlo en tu provecho. Una de las cosas que le escribí a mi psicóloga fue : "¿recuerdas cuando te decía que la ansiedad había acabado con mi vida?, pues a día de hoy puedo decirte que doy gracias de haber tenido que vivir con ella" 
La ansiedad y el miedo me han hecho más fuerte de lo que era antes de que me pasase nada.

Pero como a la mayoría me queda muchísimo camino por recorrer. El objetivo final es la fortaleza mental tal, que cualquier cosa que la vida te interponga en tu camino sea un mero reto, de cuya aceptación ya no serás reacio y nada te parecerá que está por encima de tu capacidad mental. 

lunes, 11 de abril de 2011

El SÍ condicional, repertorio de excusas

Daniela era una chica de 23 años muy atareada. Practicaba mucho deporte, le gustaba quedar con sus amigas muy a menudo y sobre todo quedar con su novio. Además estaba ya acabando la carrera y le faltaban pocas asignaturas, las cuales quería aprobar con buena nota. Uno de sus sueños era realizar el doctorado pero como ella decía " Si no estuviese tan ocupada lo haría, pero con todo lo que hago es imposible"

Joan era un padre de familia de 35 años, con dos niñas de 5 y 7 años y una mujer que se llamaba Ksenia. Ambos se conocían desde hacía más de una década y habían ido juntos a clase. A día de hoy tenían una hipoteca a 30 años y algún que otro préstamo que pidieron para pagar el coche. Joan era un emprendedor nato, lo llevaba en la sangre y siempre había querido montar su propio negocio. Pero como él decía " Si no tuviera una hipoteca y una familia, me arriesgaría a montar mi propia empresa, pero en estas condiciones es imposible".

Esteban decía ser una persona muy atareada, con muchos compromisos y obligaciones. Pese a que todo su entorno dudaba de dichas circunstancias él se convencía día a día de lo atado que estaba a su día a día. Su sueño es el de viajar por todo el mundo, conociendo otras culturas, viviendo largas temporadas en diferentes países y convertirse en un nómada del siglo XXI. Pero como él decía " Si no tuviese tantos compromisos, lo vendería todo y recorrería el planeta entero". 

Alguno puede sentirse identificado perfectamente con alguno de estos pequeños ejemplos, pero realmente podría estar años detallando "Síes condicionales" ( " Si no tuviera que..., haría...").
Párate a pensar un momento aquellas cosas que siempre has querido hacer y no has hecho, ¿a que la mayoría de veces hay un SÍ condicional?

Si... si... si...  Si la gente dejara de poner excusas, le daría una mayor utilidad a su vida en vez de dejarla pasar sin pena ni gloria. Da igual cuales sean las circunstancias de cada uno! siempre hay a mano un sí condicional. Para mí un sí condicional es igual que decir "tengo miedo a esto". Y lo sé de buena tinta, porque yo mismo lo hago frecuentemente! . Pese a pensar todo esto que comento, es inevitable que por miedo a qué pasará, me ponga unos SÍes condicionales gigantescos. Lo bueno es que soy consciente de que lo hago y eso me ayuda muchas veces a enfrentarme al miedo y dejarme de síes (otras veces no jeje).

Está claro que para Daniela recortar su agenda y prescindir de horas de deporte, amigas o novio no es nada fácil. Menos fácil quizá es para Joan arriesgarse a perder su casa o para Esteban vender todo lo que tiene por empezar de cero en otro lugar. Es tan difícil para ellos que les conlleva a no lleven a cabo sus sueños, pero hay otras personas que siguen adelante. Para muchos ir a clase por las noches les genera docenas de síes condicionales, en cambio otros lo hacen a la misma vez que trabajar en dos sitios a la vez.
Durante estos años entrenando en artes marciales, he conocido a muchos que me han dicho lo mucho que les hubiera gustado ir a EEUU para entrenarse con algunos de los mejores maestros del mundo, pero los síes condicionales se lo impidieron. En cambio a Felipe Mercado (artista marcial nacional, que trajo el Jeet Kune Do a España), los síes condicionales no le impidieron viajar por todo el mundo a diferentes seminarios con Dan Inosanto (amigo y compañero de Bruce Lee) entre otros.
Mi maestro Ricardo pudo aprender de Felipe, yendo a clase después de estar todo el día trabajando y sacándose una carrera por las noches. Entrenando los fines de semana y pagando por clases personalizadas sin tener dinero, conseguir su cinturón negro en 3 años.

¿Esta gente no tenía Síes condicionales que les estuviesen machacando constantemente? Pues seguramente su cabeza intentaría colocarles muchos, pero ellos supieron enfrentarse a ellos.

Si realmente quieres algo, nada ni nadie se interpondrán en tu camino. Si por la razón que sea estás asustado, la mente fabricará un millón de síes condicionales que te prohibirán llevar a cabo tus sueños.
Así que asegúrate de que puedes meterlos en cintura desde un primer momento. Acepta los riesgos que tu determinación conlleva, porque SIEMPRE HAY RIESGOS. Si no los hubiera, no existirían los problemas y todo el mundo llevaría una vida exitosa y feliz.

Recordad que son nuestros temores los que imposibilitan el logro de nuestros objetivos. Sed fuertes y enfrentaros a ellos, no pongamos excusas...

martes, 29 de marzo de 2011

El Miedo (capítulo 2 - Sé honesto, miedica!)

En el anterior artículo sobre el miedo, El Miedo (capítulo 1 - ACEPTACIÓN) , vimos la importancia que tiene aceptar que los miedos aparecen y que la única manera de que no aparezcan es precisamente aceptar que deben aparecer. 

En el capítulo de hoy vamos a ver con naturalidad más aspectos del miedo. 

Para empezar es muy importante ser honestos con nosotros mismos y reconocer nuestros miedos. Muchas personas nunca superan sus miedos porque no se atreven a admitirlos. Se sienten incómodas e incluso avergonzadas admitiéndolo y que los demás puedan pensar que es una persona débil.
Hace no mucho tiempo escuché a mi abuela decirle por teléfono a una amiga suya, "es que Jaime es muy miedoso y por eso no va al hospital a ver a su tía Amparo". En el momento que lo escuché es cierto que sentí cierta vergüenza ya que la imagen que parecía proyectar sobre mí era de un "cagao" un "miedica". Realmente no había ido a ver a la señora de 84 años porque estaba en periodo de exámenes y quería esperar a tener un día con más tiempo, pero mi abuela ha vivido mis procesos de ansiedad desde hace tiempo lo cual le ha proyectado una imagen de mí de ser miedoso a ciertos temas.

Aunque es cierto que no me apasionan los hospitales, por supuesto fui a ver a mi tía. Al principio me generaba cierta ansiedad, acepté que tenía que estar allí y una vez en la habitación con ella me dije "ves como no es para tanto". De todo lo que había anticipado de miedos irracionales no había sucedido nada.

Lo que quiero decir con esta historia es que no hay que avergonzarse de que unas cosas nos generen más miedo que a otras personas. En mi caso, a mí no me genera miedo pelear entrenando con un tío que me duplica en tamaño, pero a otras personas sí.
Realmente todos tenemos miedos, hasta cualquier valiente caballero que peleó y se hizo un héroe en tiempos pasados tenía miedo. La diferencia es la gestión de ese miedo. El caballero acepta que va a pasar miedo, e incluso en vez de miedo le llama "estar preparado" (gracias Aida), y se ayuda de éste para vencer.

La persona realmente fuerte es la que es honesta consigo misma. Lo digo por propia experiencia, yo me he estado engañando durante años. Sentir miedo es natural, como sentir hambre o sed, y nunca he visto a nadie sintiendo vergüenza de tener hambre o sed.

Todos conocemos personas que dicen no tener miedo a nada y finalmente resulta que o estaban confundidas o eran unas mentirosas redomadas. Decir que no sientes miedo es como decir que no sientes hambre, amor u odio. Todo el mundo experimenta emociones y el miedo es de las más fuertes y primitivas.
El miedo surge ante la perspectiva de un conflicto o peligro, es un mecanismo de defensa natural que nos ayuda a sobrevivir en situaciones de vida o muerte. El problema esque el cerebro no sabe diferenciar las distintas clases de enfrentamiento. Si presentimos un peligro tangible (una pelea callejera para defenderte de un atracador), nuestro cerebro segrega adrenalina para optimizar la reacción. Si presentimos un peligro intangible, como un examen de la universidad, una charla en público, donde no es posible un forcejeo físico, el cerebro actúa de la misma forma.

Cuando empecé a entrenar en el mundo de las artes marciales, me convencía a mí mismo de que no tenía ningún miedo a mis adversarios y que lo único que me interesaba era coger nivel suficiente para que mi maestro me dejase competir contra ellos. Realmente lo que me pasaba era que el mero pensamiento de que tenia que pelear muy duro contra ellos me causaba angustia, lo cual hacía que segregase adrenalina poco a poco durante la semana, semanas e incluso meses que estuve preparándome. Esta anticipación tan prolongada se traducía en noches en vela y una reducción de mi apetito. En esas condiciones perdía peso y entraba en un proceso depresivo. Me veía inmerso en una espiral descendente, el hecho de no poder dormir y no poder comer tenía que ser porque estaba realmente mal. Al tener tan bajas las defensas mi rival interno, el que constantemente me genera miedos, iba cogiendo más fuerza. Con el tiempo llegué a estar tan harto que estuve apunto de llamar a mi maestro y decirle excusas tontas para no tener que pelear.

Posiblemente muchos de vosotros os estéis sintiendo identificados, ¿cuántas veces la angustia provocada por un futuro enfrentamiento te ha hecho eludir ciertas situaciones y te ha hecho fabricar una excusa para justificar tu ausencia?

El reconocimiento de tus temores es el primer y más importante paso para superar tu miedo. Si no eres honesto contigo mismo, no podrás subir ni si quiera el primer escalón de tu camino al éxito, ni tampoco permanecer en él.


Sé que no es fácil. Si lo fuese todo el mundo sería cinturón negro de Kung fú, tendría un cochazo, un puesto de trabajo de ensueño y viviría con una pareja perfecta. Pero el camino para conseguir nuestros objetivos radica en ser honestos y reconocer los miedos que tenemos, para así poder vencerlos.

sábado, 19 de marzo de 2011

El Miedo (capítulo 1 - ACEPTACIÓN)

Durante estos últimos años me he ido involuntariamente haciendo experto en el miedo. 

En este blog ya se ha hablado de la ansiedad en varias ocasiones y la verdad que antes de crear el blog sobre una temática generalizada en aspectos de desarrollo personal y coaching, pensé en escribir únicamente sobre el miedo. ¿Por qué? 

Pues probablemente porque mi desarrollo personal ha sido frenado en gran parte por el miedo y la ansiedad. Como he dicho al principio, involuntariamente me he hecho un experto y lo digo humildemente. He sufrido mucho durante años y he hecho sufrir mucho también. Por tanto, para mi desarrollo como persona es fundamental transmitir mis conocimientos y experiencias sobre el miedo al mayor número de personas, para así intentar que la gente quite ese freno que tienen puesto a sus vidas. Así pues escribiré sobre el miedo en una serie de artículos, para enseñar de forma práctica a vosotros, mis lectores, no sólo conocer lo que es el miedo sino entenderlo y posteriormente controlarlo. Quiero que aprendamos a utilizarlo como nuestro aliado.

Todos sabemos lo que es el miedo más o menos, pero coloquialmente se podría decir que es cuando el cerebro tiene una sensación de peligro y ordena que el cuerpo segregue adrenalina (una hormona que nos ayuda en nuestras acciones de lucha o huída). Esta desagradable e intensa emoción nos produce una especie de paralización por terror. Esta paralización a veces puede ser debida al pánico y el pánico no es más que cuando nuestro cuerpo segrega toda esa adrenalina, pero no se utiliza. El cuerpo se inunda de adrenalina y nos quedamos desconcertados y paralizados.

¿Qué podemos hacer cuando esto sucede? Podemos controlar la adrenalina respirando profunda y controladamente por la nariz, esto activa el sistema nervioso parasimpático y ralentiza la segregación de la hormona. Es importante también saber que no es malo estar atemorizado y que el miedo es algo completamente natural.
Como escribí en el artículo de Ansiedad - Respuesta Prehistórica , en tiempos primitivos el miedo era algo cotidiano como comer o beber, te preparaba para luchar o correr. Pero en el siglo XXI ese miedo ya no forma parte de nuestro día a día. Así que cuando se presenta una situación en la que fluye adrenalina, ni la acogemos bien, ni la utilizamos, ni nos gusta, y eso es porque a diferencia de nuestros antepasados, no estamos familiarizados con ella.

Cuando la adrenalina permanece en nuestro cuerpo inutilizada, se convierte seguidamente en una olla a presión que cuando explota afecta a otros aspectos de nuestra vida. Por ejemplo se traduce en agresividad. Si esa adrenalina no la arrojamos hacia fuera, se convierte en ansiedad y puede desembocar fácilmente en depresión (recomen. Ansiedad - Camino a la Depresión).
 El sentimiento de miedo nos causa temor, el propio hecho de sentirnos temorosos produce más adrenalina y por tanto más miedo.

La primera vez que experimentamos un miedo abrumador por una experiencia vivida, luego tenemos un temor enorme de que suceda de nuevo. Este temor se convierte en un terror en toda regla y lo normal esque terminemos más temerosos de los sentimientos y síntomas que notamos relacionados con el miedo, que el propio miedo en sí. Para combatir esto es fundamental que nos metamos en la cabeza la idea de que los sentimientos de por sí NO PUEDEN HACERNOS DAÑO.
Sí, lo sé , son muy molestos pero deben aceptarse y no ser combatidos. La aceptación es el primer paso.

Si tú te dices a tí mismo una y otra vez, que aceptas los sentimientos y que aunque los sigas teniendo los seguirás aceptando, le estarás poniendo muy difícil a tu mente que te chantajee con amenazas de miedo. Acepta los sentimientos de temor, deja que pasen por tu mente, examínalos e incluso pide más. Sé que puede sonar muy absurdo pero es la única forma de combatir los ataques de ansiedad.

Estimados lectores, la única manera de que el miedo desaparezca es aceptándolo y pidiendo más. Cuando reconoces que puedes vivir con esos sentimientos, es precisamente en ese instante cuando desaparecen.

Desafía al miedo en cuanto aparezca, pide más.

Mucha paciencia, sé que no es fácil, pero enfrentarse al miedo de cara y aceptándolo como algo normal es la única manera de aprender a controlarlo y a utilizarlo como nuestro aliado.


jueves, 10 de marzo de 2011

Gestión de la Soledad

Rafael era un chico muy activo y conocido por todos. Irradiaba felicidad y esbozaba siempre una sonrisa al hablar con él. Ya en el colegio dejaba entrever su gran capacidad a la hora de hacer amigos, y en el instituto fue uno de los chicos más populares. Gozaba de un gran número de amigos, gente que habría dado por todo por él y que le tenían mucha estima. 
En vacaciones no paraba un minuto quieto, desde pequeño hacía siempre lo mismo. Salía con sus amigos de la urbanización donde veraneaba su familia, y volvía a la hora prefijada con sus padres. Al despertar salía de nuevo con sus amigos y rara era la vez que pasaba por casa a comer. 

Con los años esta forma de actuar siguió siendo igual. Le encantaba estar rodeado de sus amigos. Se echó una novia con 16 años de su grupo de amigos, pero siempre que salían lo hacía con el resto del grupo. 
Cuando Rafael pasó la adolescencia y entró en la juventud, empezó a ver cómo sus amigos se echaban novia (él había dejado de tenerla), o se iban al extranjero a estudiar. Además, muchos de éstos amigos jugaban con el ordenador o la videoconsola, cosa que a Rafael no le gustaba en absoluto. Así pues, había tardes que las pasaba completamente sólo. Cuando acababa la tarde, Rafael estaba ansioso por salir de casa, su familia se solía ir al chalet de la urbanización todo el fin de semana y él intentaba encontrar algún plan con cualquiera de esos amigos que aún quedaban disponibles. Algunas veces lo conseguía, pero los días que no era posible, por las noches pasaba una ansiedad enorme. Se sentía atrapado en casa y el no disponer de la compañía de nadie le agobiaba cada vez más. No sabía estar sólo. 


La historia descrita hace referencia a un chico muy sociable desde su infancia, que había aprendido a compartirlo todo con sus amigos, a vivirlo todo con su gente, pero que con el tiempo se había convertido en un auténtico inútil a la hora de vivir solo. El tema del que me gustaría hablar hoy, es bastante controvertido y se pueden escuchar opiniones de todo tipo pero yo quiero reflejar la mía.

Creo que socializarse es fundamental para conseguir la inmesa mayoría de los objetivos que queremos lograr en la vida, es más, creo que hay que tener una vida social activa y mantener amistades saludables durante toda ésta.
Aún así creo que hay un aspecto del que no oigo hablar nunca y que cuando lo escucho siempre es negativo, y creo que es fundamental saber gestionar. Ese aspecto es la Soledad. Si escribes "soledad" en google imágenes, las imágenes que aparecen son en su totalidad tristes.

Entiendo que la soledad se puede entender de muchas formas. La soledad que sufre un anciano cuando es ignorado por su familia es triste. La soledad que sufre una persona aún estando rodeada de gente, es verdaderamente triste. La soledad que vivía Rafael en su casa cuando ninguno de sus amigos podía quedar, da pena ¿verdad?

Pues bien, bajo mi punto de vista creo que el sentimiento de soledad de esos casos viene determinado en cierta manera de su pésima gestión. No sabemos estar solos, no se nos ha programado para ello, se nos ha programado para vivir en comunidad.
El anciano puede dejar de vivir esa soledad si sabe gestionarla, otro caso es que haya otras emociones como la ira hacia su abandono que no le permitan salir fácilmente de esa situación. Pero en todos los casos si nos conociésemos perfectamente a nosotros mismos, sabríamos disfrutar de esa soledad.

Aprender a vivir solos es fundamental para alcanzar el éxito que buscamos en nuestras vidas y nuestro objetivo primordial, la felicidad. Nos afecta en todos los aspectos. Por ejemplo la gente te dice que la comunicación es vital con los demás, pero lo que no dicen es que igual de importante es la comunicación con nosotros mismos, ya que los principales enemigos para alcanzar lo que deseamos son nuestras autolimitaciones.
Conocerse a uno mismo facilita enormemente el camino para alcanzar lo que queremos.

No olvidemos que no hay otra persona en el mundo con la que vayamos a pasar más tiempo en esta vida que con nosotros mismos. Debemos conocernos, hablarnos, comprender lo que sentimos y por qué lo sentimos, escucharnos de vez en cuando, pasar mucho más tiempo solos y disfrutar de esos momentos.
El estar solo no debe suponer un aburrimiento, sino un momento perfecto para reflexionar, pensar en aquellas cosas que nos preocupan y qué soluciones vemos factibles.

Es muy importante tener una vida social activa, pero es igual de importante disfrutar de los momentos que estamos solos y aprovecharlos para conocernos mejor a nosotros mismos y saber gestionarnos.

"Conocer a otros es INTELIGENCIA, conocerse a sí mismo es verdadera SABIDURÍA. Dirigir a otros es FUERZA, dirigirse a sí mismo es verdadero PODER"    Lao Tze


lunes, 21 de febrero de 2011

La Ambición, hambre de éxito

Katie era una ejecutiva de éxito de 45 años, que tenía una de las  empresas más ricas de Holanda, cuya facturación anual era de 60.000 millones de € las mayores de todo el país. Katie como era de esperar era una mujer muy ocupada, apenas tenía tiempo para nada y gran parte de su tiempo libre lo dedicaba a temas de su empresa. 
Esta empresa por hacer un símil sería como el Corte Inglés o unos grandes almacenes, con más de 50.000 empleados. Dentro de sus instalaciones albergaba a pequeños negocios que vendían también sus productos. Uno de esos comercios era WK-Glasses una óptica con una trayectoria envidiable, así que no tardó el equipo directivo de Katie en recomendar la compra de esta pequeña óptica que se extendía ya por bastantes sitios. 

Pues bien, pese a que la facturación de esa pequeña empresa fuese ridícula comparada con la de otras empresas y pese a que cualquiera de sus directivos podría gestionar las operaciones de compra, Katie asistió y dirigió todas las reuniones que se hicieron. Pero, ¿cómo podía ser que una mujer presidenta de una corporación tan sumamente enorme dedicase tanto tiempo (30 reuniones) a un asunto que por envergadura apenas tenía trascendencia?


La respuesta es que Katie era extremadamente ambiciosa y disfrutaba haciendo crecer a la empresa que ella lideraba, fuese cual fuese la operación. Su ambición no era la de ganar más y más dinero, sino la de hacer avanzar a su empresa  en todas las direcciones posibles.




Hoy no me apetecía escribir una historia larga ya que todos entendemos más o menos qué es ser ambicioso. Eso no quita que haya sido fiel a mi estilo escribiendo un pequeño ejemplo de una persona ambiciosa con mucho éxito para ver la relación existente entre una cosa y otra.


Pese a que la ambición muchas veces se relaciona con conceptos negativos, creo que es fundamental que todos y cada uno de nosotros tengamos un mínimo de ambición en la vida. En el blog tratamos de ver qué aspectos pueden ayudarnos a desarrollar todo nuestro potencial y sacar lo mejor de nosotros mismos y creo que un pilar necesario es el de la ambición.


En esta vida para mí, tener éxito siempre va relacionado con una dosis de ambición. Cuando nos marcamos una serie de objetivos ya sea en una sesión de coaching, o simplemente pensando para nuestros adentros, vamos a necesitar ambicionar con todas nuestras energías esos objetivos. Sin ese toque de ambición es complicado salir de las situaciones de incertidumbre que aparecen por nuestro camino, o asumir los riesgos necesarios para avanzar o superar los fracasos que seguramente vayan aconteciendo.


La ambición de cada uno es diferente a la hora de conseguir unas metas, para uno la ambición será el dinero, para otro triunfar y ser famoso, para otro estar integrado en un grupo social, para otro tener más tiempo libre...y un largo etcétera. Siempre tenemos la posibilidad de ser conformistas y no ser ambiciosos, pero bajo mi punto de vista el no prosperar y no hacer cosas nuevas y distintas, va en contra de cualquier desarrollo personal. Así será imposible sacar todo nuestro potencial.


Creo firmemente en que la ambición, sana y equilibrada, nos puede aportar la chispa o la energía suficiente para lanzarnos a conseguir nuestros objetivos. En este blog hablamos mucho de la importancia de fijarse unos objetivos y luchar por conseguirlos pese a los obstáculos que nos vayamos encontrando por el camino, pues señores seamos un poco más ambiciosos, pongámonos metas realistas pero no nos conformemos con poco.

Para tener éxito, y no me refiero a éxito solo profesional, sino a éxito en conseguir nuestras metas, debemos ser ambiciosos y poco conformistas. Dicho esto, un exceso de ambición puede producir infelicidad, por lo que seamos cautos y démosle a la vida un toque ambicioso pero sin pasarse.




¡Hasta pronto!

viernes, 11 de febrero de 2011

Salir de nuestra Zona de Comodidad

Xiaong Zé era un joven emperador de la China antigua que contaba con 21 años de edad. Había sido formado e instruido por un gran amigo de su padre, Tzian Li, el cual prometió al padre del próspero joven que cuidaría de él como si de un hijo se tratase. Tzian no sólo le enseñó durante años el arte de la guerra, sino el arte de la mente, cómo gestionar sus sentimientos y emociones.

Un buen día llegó un comunicado de sus tropas, informando al emperador cuál era la situación actual con uno de sus enemigos situados en una gran isla al sur de sus territorios, los cuales habían declarado abiertamente su total rechazo a la incorporación de su isla a manos del emperador. Xiaong Zé decidió atajar el problema de forma directa y ordenó el envío de tropas con sus mejores barcos hacia esa isla. No conforme con eso, el emperador decidió viajar con sus tropas, algo fuera de lo común en la dinastía a la que Xiaong Zé pertenecía.

Al cabo de dos semanas las tropas del emperador chino desembarcaron en aquel gigantesco territorio. Nada más desocupar los navíos, el emperador ordenó quemarlos todos ante la perplejidad de sus soldados. Al cabo de unas horas todos los barcos habían ardido y comenzaban a hundirse. Entonces reunió a todos sus hombres y les dijo :

"Observad como arden y se hunden nuestros barcos. Esa es la única razón por la que debemos vencer a nuestros enemigos ya que si no ganamos, no podremos volver a nuestros hogares y ninguno de nosotros podrá reunirse con sus familias jamás, ni podrá abandonar este inhóspito territorio. Debemos salir victoriosos en esta batalla ya que solo hay un camino de vuelta y es por mar. Caballeros: cuando regresemos a casa lo haremos de la única forma posible, en los barcos de nuestros enemigos".

Vemos una historia con una situación final un tanto difícil de digerir pero que nos hace reflexionar, ya que cuando tenemos un objetivo claro, bien vale la pena salir del círculo de comodidad y obligarnos a cumplirlo. En esta historia el emperador decidió que sus soldados se enfrentasen a todos sus temores inmersos en una batalla, en la que la única salida era la victoria o la muerte. No exisitía la opción de huída con la comodidad de sus navíos atracados en la playa. Como le había enseñado Tzian Li, para conseguir un objetivo que tanto valía era necesario salir de la comodidad de lo que conocíamos. Xiaong Zé lo aplicó a la perfección.

Vale Jaime muy bien, pero ¿qué tiene que ver la historia de estos chinos con mi zona de comodidad? es más, ¿qué es la zona de comodidad?

Llamamos zona de comodidad o círculo de comodidad a aquellas cosas que hacemos en nuestra vida cotidiana que nos proporcionan seguridad, bienestar y en mayor o menor medida felicidad. Esto es debido en gran parte al control que tenemos sobre todas las cosas que hacemos y al conocimiento que tenemos de las cosas que llevamos haciendo durante tiempo. Entonces ¿para qué quiero salir de una zona en la que estoy cómodo?

Incontables son los ejemplos que conozco de gente que está "cómoda" con su vida y a su vez insatisfecha. Varía mucho dependiendo de la persona, ya que hay algunas personas que necesitan muy poco para estar satisfechas y otras muchas que necesitan nuevos estímulos y la consecución de objetivos para poder estarlo. Cuando se observa la sociedad de hoy en día y hablo sobre todo de la gente joven ya que es lo que observo en mi mayor parte del tiempo, veo mentes sumisas, veo mentes conformistas, veo mentes cómodas.
Por supuesto que es cómodo estar en redes sociales, chats, viendo el gran hermano 24h, el sálvame deluxe, viendo vídeos en youtube... etc. Y sobre todo es cómodo cuando tienes la comida en la nevera y el plato caliente encima de la mesa. Parece que la sociedad de hoy en día se conforma con poco. Luego hablas con la gente y todos tienen sueños, tienen metas, tienen fantasías... pero... no hacen absolutamente nada por llevarlas a cabo. Eso es lo que a mí me demuestra la conformidad de las personas, la sumisión ante las nuevas tecnologías, ya que no las usan para sacar provecho y potenciar su futuro, sino para ver las fotos del botellón del sábado anterior, o indicar lo mucho que le gusta el gol que Messi marcó en la jornada anterior.

Yo tengo también mi zona de comodidad, también paso horas delante del ordenador haciendo el tonto, delante de la televisión viendo algún programa absurso y algunos días durmiendo hasta tarde.
Ahora bien, ¿ por qué nos cuesta tanto salir de esa zona de comodidad?

Nos cuesta salir porque todas nuestras limitaciones y temores los hemos dejado fuera de esa zona. Salir de la zona significa enfrentarse a situaciones completamente desconocidas que nos asustan y nos atemorizan. Un buen amigo me decía las ganas que tenía de salir de su zona y cumplir su sueño de toda la vida, montar una academia de formación. No lo hacía porque daba por hecho que la única manera de conseguirlo era encontrando un banco que le diese una burrada de miles de euros. Hablando con él vimos que había otras formas de conseguir financiación e ir poco a poco, pero no lo acababa de ver claro, porque le acojonaba tener que emprender todo ese camino tan desconocido y tan duro. Ojalá, si me lees amigo, espero que algún día pongas los coj... encima de la mesa y lleves a cabo tu sueño.
Como este caso puedo contar un gran número de ejemplos,y seguro que todos y cada uno de vosotros que me leéis en este momento, tenéis proyectos, ideas, ganas y que no las lleváis a cabo porque no queréis salir de vuesta zona de comodidad.

Salir de la zona de comodidad no implica necesariamente montar un negocio, que no se me malinterprete. Salir de la zona se hace desde cuando nos tiramos en paracaidas porque siempre hemos querido hacerlo y nunca nos hemos atrevido, hasta cuando nos decidimos a hablar con es@ chic@ en la discoteca. Salir de la zona implica la búsqueda de un objetivo.

En la vida existe un principio básico atribuible al ser humano. Sus capacidades de desarrollo son ilimitadas cuando empezamos a explotarlas. Por lo tanto, cómo voy a desarrollar mis aptitudes si me encuentro atrapado en un círculo del que no puedo o no quiero salir.

Solo puedo más que animaros a que os marquéis objetivos y desarrolléis vuestras capacidades para conseguirlos, saliendo de aquella zona que os impide progresar.



martes, 25 de enero de 2011

COMUNICACIÓN NO VERBAL [mensaje sin palabras]

De normal siempre me ha intrigado saber por qué las mujeres decían una cosa cuando realmente querían decir todo lo contrario. Ha sido tal la búsqueda de comprensión, que descubrí la existencia de diccionarios del "idioma mujer". Parece mentira ¿verdad?  pues es cierto, existen.

Visto que realmente los diccionarios podían servirme para comprender a algunas de ellas pero no a todas, decidí indagar un poco más en los mensajes que me daban, pero realmente seguía sin comprenderlos y en muchas ocasiones me desesperaba. Analizaba una y otra vez el mensaje para saber qué me querían decir y así poder salir lo más airoso de la situación, pero no sé cómo me las arreglaba para salir calentito siempre.

Así pues, un día empecé a darme cuenta que la clave para entender lo que realmente querían, no tenía que fijarme en qué decía el mensaje que me daban, sino cómo me decían ese mensaje.

Bromas aparte, el tema que vamos a tratar hoy no es exclusivo para entender a las mujeres jeje, sino para comprender los mensajes de cualquier persona independientemente de su sexo.

Para ello como he dicho, no vamos a analizar qué nos dicen, sino cómo nos lo dicen. Vamos a hablar hoy de la Comunicación No Verbal y de la importancia de ésta en nuestra vida.
Sé que muchos de mis lectores tienen ya conocimientos sobre el tema, pero entenderán que haga una pequeña introducción para aquellos que no sepan realmente qué significa esto. La comunicación no verbal es el envío y recepción de mensajes sin palabras, es decir a través de gestos, de lenguaje corporal o posturas, contacto visual, expresión facial... etc.

Esto se ve claramente con un ejemplo rápido. Hago un examen, me acerco a la biblioteca donde se encuentra un amigo que está estudiando con tapones puestos en los oidos. Le explico cómo me ha ido el examen y él aunque me mira, no escucha ninguna de mis palabras. Al final de la explicación que le hago él sabe perfectamente si el examen me ha ido bien o mal, si estoy feliz o estoy cabreado, y lo sabe solo con mirarme a los ojos, con ver mi expresión en la cara.
Mi mensaje ha sido interpretado sin necesidad de palabras, ya que con mi expresión facial y mi mirada ha comunicado gran parte de éste.
Para que os hagáis una idea tan solo un 7% de la información del mensaje se atribuye a las palabras, lo demás es cierto que hace referencia a la entonación, tono, resonancia de éstas, pero sobre todo más de la mitad del mensaje se atribuye al lenguaje corporal (gestos, posturas, respiración..)

¿Más de la mitad?
Sí, más de la mitad. Parece mucho y lo es. Por tanto ahora sí, vamos a intentar entender realmente por qué sucede esto y lo importante que es saber captar todo este lenguaje.

Dividamos para empezar nuestra mente, en mente consciente y mente inconsciente. La mente consciente básicamente lo que trata de expresar son ideas, mientras que la que termina expresando sentimientos y emociones es nuestra mente inconsciente. La diferencia esque la mente consciente utiliza el lenguaje de las palabras y la mente inconsciente utiliza el lenguaje corporal.
Por tanto, una persona que se comunica con otra sin lenguaje corporal, aparenta ser una persona sin sentimientos, que por cierto no es una persona muy bienvenida en nuestra sociedad (a nadie le gusta tener una persona así ni como compañero, ni como amigo, ni como jefe...). En cambio una persona que utiliza mucho su lenguaje corporal se le concibe como una persona mucho más enérgica. Si bien no significa que la persona tenga esos sentimientos, por lo menos aparenta tenerlos, y eso queridos lectores, le permite LOGRAR OBJETIVOS en el mundo frente a otras personas (objetivos sociales, objetivos de pareja, objetivos en la calle, objetivos en la empresa... etc.).

La importancia de saber entender el lenguaje no verbal es vital en el día a día y esto es debido a que una persona corriente puede mentir en sus palabras, pero no con sus emociones. Recordemos lo que acabamos de aprender, las emociones las muestra mi lenguaje corporal a través de mi mente inconsciente, por lo que aunque yo quiera dar con mis palabras un mensaje quizá mi cuerpo está diciendo todo lo contrario.
Hay una serie de televisión que se ha puesto muy de moda en EEUU y otros países " Lie to me" que llegó a España como "Miénteme", que se fundamente básicamente en esto. Un grupo de expertos detectan las mentiras de la gente gracias al lenguaje no verbal de los individuos. Una serie que os recomiendo al 100% sobre todo los primeros capítulos, donde hacen mucho hincapié en qué movimientos faciales o corporales están expresando qué mentira.

Gracias a la comunicación no verbal podemos saber si nos mienten, podemos saber si la persona con la que hablamos está triste pese a intentar aparentar todo lo contrario con sus palabras, aprender a captar los mensajes mucho mejor y con ello a recibir la información más completa.
Desde una entrevista de trabajo, hasta una charla con un viejo amigo, todo está rodeado de lenguaje no verbal y cuanto más dominemos esta faceta, tanto a la hora de gestionarlo como a la hora de interpretarlo tendremos un desarrollo mejor de nuestra persona, ganaremos en autogestión que al fin y al cabo es lo que intentamos aprender en este blog, la manera de conseguir esa evolución como individuos.

Para completar este artículo he visto fundamental poner algunos ejemplos que podemos ver en nuestro día a día de la comunicación no verbal.

Al saludar:

-Cuando damos la mano y la otra persona la da floja y sin fuerza, el otro individuo nos está indicando inseguridad, en cambio si notamos una presión fuerte y una mirada fija a los ojos, el otro individuo no está indicando seguridad en sí mismo.

- Cuando nos dan la mano y la otra mano la colocan encima de la nuestra , eso denota una muestra de autoridad por parte del otro individuo. También si al darnos la mano estiran un poco de nosotros y nos colocan la otra mano en el hombro, nos están indicando "aquí mando yo".

Cuando nos mienten:

- Una persona que miente se tapa constantemente la boca. Por tanto, si mantenemos una conversación en la que potencialmente nos pueden mentir y vemos que el emisor (el que da el mensaje) se tapa constantemente la boca, es un claro indicador de que nos está mintiendo.

- Cierran los brazos o las piernas en signo de protección.

-Se meten las manos en los bolsillos del pantalón, están indicando una clara inseguridad en el mensaje que están trasmitiendo.

Las manos:

- Las palmas de las manos es fundamental observarlas, ya que son un indicador del mensaje. Si durante la conversación la persona con la que hablamos está mostrando mucho las palmas de sus manos, nos está indicando honestidad, deferencia, lealtad. En cambio aquella persona (como hemos visto cuando se las meten en los bolsillos), esconde sus manos y las oculta es posiblemente porque no está seguro y es posible que mienta. Si las manos las entrelaza en la espalda denota superioridad, si las pone en las caderas denota agresividad y si apoya los dedos de una mano y la otra en forma de arco, demuestra mucha seguridad en sí mismo y conociemiento del tema.

En una conversación:

- Se cruzan de brazos, no les interesa lo que les estás contando, están cerrados a la comunicación.
- Si aparte de cruzar los brazos se tienen los pulgares hacia arriba, el individuo está diciendo "yo me siento más importante que tú"

"Ligando":

- Si una mujer entrelaza sus piernas apuntando su rodilla o la punta de su pie hacia un chico es posible que sienta interés por él. Si os fijáis cuando alguien tiene interés se sienta enfrente de nosotros. En cambio si os fijáis bien, hay veces que si habláis con alguien y se quiere ir, sus piernas empiezan a girar incluso estando debajo de la mesa ya que está "huyendo" de esa situación.

- La clásica de cuando una mujer se toca el pelo, está coqueteando.



Bueno queridos amigos/as , creo que es suficiente por esta vez. Si os gusta dentro de un tiempo escribiré una segunda parte, ya que me parece un tema realmente interesante.

Así que os animo que a partir de hoy durante unos días, os fijéis en lo que hace la gente de vuestro entorno. Escuchad lo que dicen, pero sobre todo fijaos en cómo lo dicen.

Un saludo



miércoles, 12 de enero de 2011

El éxito del Fracaso

Hola amigos y amigas, hoy he decidido escribir sobre un concepto erróneamente entendido por la sociedad en su gran mayoría y que es vital comprender y adaptar para nuestra realización como personas.


En este blog ya sabéis que intentamos aprender nuevos conceptos y cómo usar éstos en nuestro día a día para conseguir la autorealización que tanto deseamos. Pues bien, creo que uno de los conceptos más importantes de entre todos los que ya hemos hablado, es el que os pronpongo hoy, el fracaso.


¿Qué es el fracaso?


Según a quién le preguntes, de qué país o cultura proceda, es probable que te de una definición de fracaso completamente distinta a la de otra persona de otra región o ámbito cultural... y eso, ¿por qué?
Porque la idea asociada a la palabra fracaso se ha enseñado de una determinada manera en unas zonas que en otras.
Hay regiones y culturas que conciben el fracaso como un éxito y un aprendizaje y en otras, lamentablemente, conciben el fracaso como la peor de las consecuencias.
Digo lamentablemente porque muchos de los problemas sociales que vivimos hoy en día, como el aspecto por ejemplo de la tasa de desempleo existente en España y la escasa creación de nuevas empresas, emprendedores y realización de proyectos ambiciosos entre otros, es debido en gran parte al miedo al fracaso.


Fracasar señores es sinónimo de aprender. ¿Nunca os ha sucedido que habéis fallado en algo y os decís "no volveré a cometer este error"? Habéis fracasado y habéis aprendido de los errores que habéis cometido. Las consecuencias de un fracaso son lo que más nos tira para atrás, ya que nuestra sociedad ve al que fracasa como una persona no válida. Una persona que fracasa en su proyecto, es una persona valiente que creía en lo que hacía y se debe admirar ese coraje y apoyarle nuevamente, puesto que cada vez que fracasa se hace más y más válido y tiene una capacidad de éxito MUCHO MAYOR.


¿De verdad créeis que una persona de éxito no ha fracasado nunca? Todos los empresarios de éxito, han tenido algún fracaso tras de sí, y con ello han perfeccionado y corregido aquellos errores que no le dejaron tener éxito, hasta que han conseguido lograrlo.
Aquel que fracasa y continúa, consigue ganar una capacidad luchadora enorme que le permite ser un león frente a una sociedad estancada en la comodidad de tener sus necesidades básicas cubiertas, y el canal gran hermano (big brother) 24h.


Sí pero Jaime, ¿es esto aplicable solo al mundo de la empresa?


Pues no claro que no. Se puede aplicar a cualquier faceta de nuestra vida, desde el chico que en la discoteca intenta un método no muy correcto para ligar con una chica, fracasa, y que deja de intentarlo por miedo a fracasa nuevamente, hasta la chica que intenta aprender un idioma sin usar una metodología correcta, fracasa, y no vuelve a tocar los libros del idioma por miedo a fracasar nuevamente... y miles de ejemplo más.
Se puede aplicar a cualquier situación de la vida. El chico que no ligó en la discoteca tiene muchísimas más probabilidades de éxito la segunda vez porque ha aprendido qué no funcionó, y la chica debería saber que la próxima vez que coja los libros deberá cambiar su método de estudio y tendrá mayores probabilidades de aprender mejor el idioma. El fracaso es aprendizaje.


Aquella persona que comete pocos errores es porque poco está innovando, poco está cambiando y poco está desarrollándose. Está acomodado a las normas y a la realidad ya conocida.


Dejemos de torturar a aquellos que fracasan, y sobre todo dejemos de torturarnos a nosotros mismos por hacerlo. Porque cuanto más fracasamos más competititvos somos en aquello que hemos fallado.


FRACASAD, FRACASAD Y FRASACAD!!!!


SALID A LA CALLE A FRACASAR Y ASÍ LOGRARÉIS EL ÉXITO