lunes, 4 de marzo de 2013
Valencianos, emprendedores contracorriente
Ante todo, disculpas a mis amigos lectores de latinoamérica y resto de España, por un post dedicado a mi tierra. Soy consciente de que muchos no lograrán comprenderlo, pero para quienes lo hagan, quiero que vean que en mis palabras, no hay indignación, hay ilusión.
Quedé alarmantemente sorprendido al encender el televisor hace unas semanas y encontrarme con un programa llamado "Tetes y Tetas". Un programa que muestra la realidad de una pequeña parte de la sociedad valenciana cuyo propósito en la vida no es otro, que el salir de fiesta. Una realidad de cualquier ciudad española y que notablemente se puede observar en muchas ciudades de toda España.
Pero dista mucho del día a día que vivimos los que hemos asumido una responsabilidad con la sociedad y con nosotros mismos. No nos representan. La culpa no la tienen los chicos y chicas que protagonizaban dicho programa, sino los medios de comunicación que en vez de mostrar la virtudes de una sociedad, insisten en mostrar las miserias de ésta. "Es que vende más", justifican. No me lo creo, vende más porque habéis hecho que genere ese interés.
También podéis hacer un esfuerzo para que genere interés los casos de éxito de gente joven, que a priori tiene un futuro negro y consigue lograr sus sueños. Que genere interés personas que se han quedado sin empleo y han arriesgado a crearse el suyo propio y han terminado generando puestos de trabajo. El día a día, la frustración, la ilusión... al fin y al cabo la noria emocional que supone emprender, es un argumento más que interesante para poder hacer buenos programas de televisión. Y no me refiero a un reality show donde unos emprendedores se maten entre ellos, sino un formato que interese y que muestre no sólo las dificultades de un emprendedor, sino sus virtudes y ventajas.
El emprendedor valenciano rema contracorriente por la imagen proyectada por los medios de comunicación, que en muchos casos se limitan a sacar una realidad que hacen única y que abarca a todo el conjunto de la sociedad valenciana. Si el emprendedor normalmente tiene una serie de dificultades, el emprendedor valenciano más. Ser empresario de esta región supone tener que justificar en muchas ocasiones el trabajo frente a terceros. La credibilidad parece estar a un nivel por debajo del resto.
Pero no olvidemos que la sociedad valenciana está influenciada por los fenicios, cultura que destacaba por ser los grandes mercaderes de la antigüedad. En la sangre valenciana están el comercio y los negocios.
Es por ello que es fundamental entender que en un contexto como este, donde esta región ha sufrido más que otras habiéndose hundido sectores tan importantes como el juguete, el mueble, la construcción... , reinventarse e innovar es la única alternativa viable. Y es posible, por supuesto que lo es, porque se tiene un capital intelectual muy potente, con una universidad que es la responsable del mayor número de patentes anuales en España, con una capacidad comercial innata, que nos convierte en una de las regiones que más exportan, porque somos muchos los que día a día intentamos atraer talento y generar bienestar, porque son muchas las iniciativas puestas en marcha y porque ante todo, no nos rendimos.
Somos el referente en tratamiento de cáncer, en reproducción asistida, en operaciones y transplantes, tenemos médicos de fama internacional, algunos cirujanos que operan sin anestesia, otros que han sido los primeros en el mundo en transplantar unas manos o una cara. Tenemos mucho conocimiento, tenemos capacidades más que de sobra, que no nos afecten los medios de comunicación, que no nos desanimen, somos una sociedad fuerte y saldremos de esta.
Depende de nosotros salir vivos de esta cremà
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