Daniela era una chica de 23 años muy atareada. Practicaba mucho deporte, le gustaba quedar con sus amigas muy a menudo y sobre todo quedar con su novio. Además estaba ya acabando la carrera y le faltaban pocas asignaturas, las cuales quería aprobar con buena nota. Uno de sus sueños era realizar el doctorado pero como ella decía " Si no estuviese tan ocupada lo haría, pero con todo lo que hago es imposible"
Joan era un padre de familia de 35 años, con dos niñas de 5 y 7 años y una mujer que se llamaba Ksenia. Ambos se conocían desde hacía más de una década y habían ido juntos a clase. A día de hoy tenían una hipoteca a 30 años y algún que otro préstamo que pidieron para pagar el coche. Joan era un emprendedor nato, lo llevaba en la sangre y siempre había querido montar su propio negocio. Pero como él decía " Si no tuviera una hipoteca y una familia, me arriesgaría a montar mi propia empresa, pero en estas condiciones es imposible".
Esteban decía ser una persona muy atareada, con muchos compromisos y obligaciones. Pese a que todo su entorno dudaba de dichas circunstancias él se convencía día a día de lo atado que estaba a su día a día. Su sueño es el de viajar por todo el mundo, conociendo otras culturas, viviendo largas temporadas en diferentes países y convertirse en un nómada del siglo XXI. Pero como él decía " Si no tuviese tantos compromisos, lo vendería todo y recorrería el planeta entero".
Alguno puede sentirse identificado perfectamente con alguno de estos pequeños ejemplos, pero realmente podría estar años detallando "Síes condicionales" ( " Si no tuviera que..., haría...").
Párate a pensar un momento aquellas cosas que siempre has querido hacer y no has hecho, ¿a que la mayoría de veces hay un SÍ condicional?
Si... si... si... Si la gente dejara de poner excusas, le daría una mayor utilidad a su vida en vez de dejarla pasar sin pena ni gloria. Da igual cuales sean las circunstancias de cada uno! siempre hay a mano un sí condicional. Para mí un sí condicional es igual que decir "tengo miedo a esto". Y lo sé de buena tinta, porque yo mismo lo hago frecuentemente! . Pese a pensar todo esto que comento, es inevitable que por miedo a qué pasará, me ponga unos SÍes condicionales gigantescos. Lo bueno es que soy consciente de que lo hago y eso me ayuda muchas veces a enfrentarme al miedo y dejarme de síes (otras veces no jeje).
Está claro que para Daniela recortar su agenda y prescindir de horas de deporte, amigas o novio no es nada fácil. Menos fácil quizá es para Joan arriesgarse a perder su casa o para Esteban vender todo lo que tiene por empezar de cero en otro lugar. Es tan difícil para ellos que les conlleva a no lleven a cabo sus sueños, pero hay otras personas que siguen adelante. Para muchos ir a clase por las noches les genera docenas de síes condicionales, en cambio otros lo hacen a la misma vez que trabajar en dos sitios a la vez.
Durante estos años entrenando en artes marciales, he conocido a muchos que me han dicho lo mucho que les hubiera gustado ir a EEUU para entrenarse con algunos de los mejores maestros del mundo, pero los síes condicionales se lo impidieron. En cambio a Felipe Mercado (artista marcial nacional, que trajo el Jeet Kune Do a España), los síes condicionales no le impidieron viajar por todo el mundo a diferentes seminarios con Dan Inosanto (amigo y compañero de Bruce Lee) entre otros.
Mi maestro Ricardo pudo aprender de Felipe, yendo a clase después de estar todo el día trabajando y sacándose una carrera por las noches. Entrenando los fines de semana y pagando por clases personalizadas sin tener dinero, conseguir su cinturón negro en 3 años.
¿Esta gente no tenía Síes condicionales que les estuviesen machacando constantemente? Pues seguramente su cabeza intentaría colocarles muchos, pero ellos supieron enfrentarse a ellos.
Si realmente quieres algo, nada ni nadie se interpondrán en tu camino. Si por la razón que sea estás asustado, la mente fabricará un millón de síes condicionales que te prohibirán llevar a cabo tus sueños.
Así que asegúrate de que puedes meterlos en cintura desde un primer momento. Acepta los riesgos que tu determinación conlleva, porque SIEMPRE HAY RIESGOS. Si no los hubiera, no existirían los problemas y todo el mundo llevaría una vida exitosa y feliz.
Recordad que son nuestros temores los que imposibilitan el logro de nuestros objetivos. Sed fuertes y enfrentaros a ellos, no pongamos excusas...